La justicia tiene como objetivo penalizar aquellos actos que incumplen la ley y vulneran los derechos de los demás. El sistema judicial está construido con la finalidad de ofrecer un orden en los derechos y en las obligaciones de la ciudadanía y, por ello, es importante disponer de las herramientas necesarias para que se cumpla con la ley.
Sin embargo, en ocasiones no es sencillo dictaminar una sentencia ante la difuminación de los hechos y la ausencia de pruebas contundentes que certifiquen y avalen la realidad de los acontecimientos. En casos como estos es imprescindible contar con la ayuda de profesionales de distintas especialidades que se dediquen a hacer una investigación profunda y exhaustiva del caso para hallar pruebas redundantes.
Para poder encontrar y aclarar la realidad de los hechos es necesario un informe pericial. Este informe está realizado por peritos, es decir, profesionales de distintas especialidades y profesiones (científicos, forenses, economistas, informáticos, entre otros) que tienen como función hallar pruebas que estén avaladas y constatadas para facilitar el proceso judicial y poder aplicar una sentencia que se ajuste, en la medida de los posible, al castigo por los actos cometidos.
Un perito trabaja al servicio de un juez o de alguna de las dos partes y su labor, independientemente de la parte que haya solicitado su servicio, tiene como fundamento desvelar la verdad de los hechos. Un perito, además, debe tener buenas dotes comunicativas para exponer y expresar los datos que ha ido registrando con tal de ofrecer de forma clara y precisa toda la investigación que ha llevado a cabo.
La trascendental obra de los peritos es en la gran mayoría de casos fundamental para poder dar luz a la verdad de los hechos. Hallar la verdad no es siempre sencillo, la falta de pruebas o la contaminación de éstas ponen en riesgo que se pueda hacer un juicio justo para quien ha sufrido los daños.
El organismo judicial es imprescindible para administrar las normas y resolver los conflictos que atentan contra el sistema democrático y legislativo. Disponer de medidas y mecanismos judiciales es fundamental para una democracia y para el desarrollo de la sociedad.
Atentar contra la legalidad no tan solo constituye un delito penal sino que también atenta a la moralidad. Proporcionar y difundir unos valores éticos de conducta es necesario para gozar de una convivencia pacífica y armónica.
Nuestros antepasados ya se dedicaban a establecer ciertas leyes y normativas para establecer los derechos y los deberes de la colectividad. El valor de la justicia que conocemos nace en Roma. La justicia es una filosofía y modelo de vida.
La justicia es un componente no solo legal sino ético que debe ser aplicado en la sociedad para mantener un equilibrio colectivo e individual. La justicia engloba valores morales y éticos de una persona y de un colectivo y, por ello es imprescindible disponer de un sistema judicial que nos ampare ante situaciones que atentan contra la legalidad mediante el trabajo de profesionales que certifiquen e investiguen los casos para reestablecer una equidad.
el articulo es excelente…gracias!